Crescencio Marino Rivero
Desde Marti Noticias
Ex jefe de prisiones de Villa Clara reside en EE UU
26.10.2012 10:38
martinoticias.com El exoficial del Ministerio del Interior reside hace unos años en Estados Unidos, y viajó a Cuba recientemente. Testimonios de dos disidentes dan cuenta de que los exaltos oficiales del MININT y miembros del Partido Comunista, Marino Rivera - exjefe de prisiones en Villa Clara- y su esposa -una exteniente coronel del MININT - están viviendo en el sur de la Florida. Guillermo Fariñas, ganador del premio Sájarov, aseguró telefónicamente desde Cuba que Rivera le arrancó 2 agujas intravenosas ....
Ex jefe de prisiones castristas residente en Miami orgulloso de su historial
01.11.2012 17:01
Marino Rivera dijo que los políticos anticubanos disidentes, refiriéndose a la oposición, hablan tonterías y mentiras sobre el trato que se dispensa a los reclusos en las prisiones de la isla. Marino Rivera, ex jefe de prisiones del régimen marxista cubano en Villa Clara, y residente actualmente en EE.UU, dijo en entrevista con Televisión Martí que en la isla los agentes de la Seguridad del Estado y los militares protegen a ....
Ros-Lehtinen y Diaz-Balart piden expulsión de represor
02.11.2012 20:23
Los congresistas cubanoamericanos Ileana Ros-Lehtinen y Mario Diaz-Balart han pedido este viernes la expulsión de Estados Unidos del exjefe de prisiones en la provincia de Villa Clara, el ex teniente coronel del Ministerio del Interior de Cuba Crescencio Marino Rivero, quien reside en Miami. En carta enviada a la Secretaria de Estado Hillary Clinton, el de Justicia, Eric Holder y la de Seguridad Interna, Janet Napolitano, los legisladores desean conocer las razones por las cuales le fue otorgada en el 2010 la visa de residencia a Marino Rivero y su esposa Juana Ferrer, quien reside junto a este en
Ex presos políticos exigen que represores rindan cuentas
03.11.2012 10:22
EE.UU. El Presidio Político Histórico Cubano dirigió una carta a los representantes federales Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz Balart para que no quede impune la violación de las leyes de Estados Unidos por parte de los represores Crescencio Marino Rivero y su esposa, Juana Ferrer. Los abogados de inmigración Santiago Alpízar y Wilfredo Allen trabajan para esclarecer la presencia de los dos ex miembros del Ministerio del Interior de Cuba en Miami, cuando a verdaderos perseguidos políticos se les niega la entrada al país. Crescencio Marino Rivero alcanzó el grado de coronel y fue jefe provincial de cárceles
Cresencio Marino Rivero debe ser deportado a Cuba
Habla ante las cámaras de TV Martí presunto represor castrista que vive en Miami - Parte 1
Publicado 1 noviembre 2012
| Nov. 1 — Ha sido identificado el paradero en Miami, de un presunto ex represor cubano. Televisión Martí salió en busca de Marino Rivero, quien ante nuestras cámaras hizo candentes declaraciones y negó las acusaciones de haber reprimido a opositores cubanos en la isla. Por su parte, quienes lo acusan, reafirman que es necesario hacer justicia. Karen Caballero informa.
Otra víctima asegura que Crescencio Marino Rivero es un represor - Parte 2
Publicado 2 noviembre 2012
| Nov. 2 — Otra víctima del presunto represor castrista Crescencio Marino Rivero desmintió hoy ante los micrófonos de Radio y Televisión Martí las declaraciones de quien fuera jefe de prisiones en Villa Clara. No solo el premio Sájarov, Guillermo Fariñas asegura que Marino Rivero, que ahora vive en Miami “es un represor”. Karen Caballero informa.
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Suman denuncias contra ex oficial cubano Cresencio Marino Rivero
JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Otros dos disidentes cubanos han alegado que fueron abusados personalmente o por orden de un ex jefe de prisiones de la provincial de Villa Clara, Cresencio Marino Rivero, quien vive actualmente en Miami.
Rivero, de 71 años, y su esposa, Juana Ferrer, ambos ex oficiales del Ministerio del Interior de Cuba y ex miembros del gobernante Partido Comunista, parecen haber obtenido sus visas y residencias en Estados Unidos sin revelar todos sus puestos en el gobierno cubano.
Wilfredo Allen, uno de los dos abogados de Miami que presentaron a fiscales federales las alegaciones en contra de Rivero, dijo que ha solicitado el inicio de procesos de deportación contra la pareja. Rivero ha negado haber cometido abusos.
Arturo Conde Zamora dijo que tenía 12 o 13 años de edad y se le mantenía en un reformatorio cuando Rivero lo golpeó dos o tres veces con un palo en su espalda y piernas. Rivero estaba a cargo del reformatorio en el poblado de Maleza, en Villa Clara.
“Me dio con un palo y me metió a una celda”, dijo Conde, actualmente de 47 años, telefónicamente a El Nuevo Herald desde su casa en la ciudad de Placetas, en Villa Clara. “Me amarró con una soga en una celda tapiada” – una celda con una puerta sólida de acero en lugar de barras.
Rivero ha sido identificado como el jefe provincial de los reformatorios y programas de reeducación de jóvenes en la década de 1980, antes que se le promoviera a jefe de todo el sistema de prisiones de Villa Clara.
Conde dijo que se le envió a un reformatorio por sus ausencias crónicas a la escuela, y fue golpeado por Rivero y dos o tres “reeducadores” del reformatorio en 1981 ó 1982, debido a que peleó con uno de los aproximadamente 100 jóvenes en Maleza.
Una década después, agregó Conde, cumplía un nuevo término en la prisión de máxima seguridad Alambrada de Manacas, tambien en Villa Clara, cuando Rivero se apareció allí luego de un choque entre presos y guardias.
“Rivero nos dijo que ya estaban cansados de todos los problemas, que no sabían qué iban a hacer” y salió de la prisión, según Conde. “Ni siquiera 30 minutos después trajeron perros para atacar a los presos”. A él le mordieron un muslo, agregó.
Otro disidente de Placetas, Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, dijo que nunca vio a Rivero abusar personalmente con los presos. “Los oficiales de ese nivel se cuidan de esas cosas”, agregó, porque ellos pueden ordenar a los guardias que abusen de los internos.
Antúnez agregó que el 19 de febrero de 1991, mientras cumplía una sentencia a 5 ½ años por “propaganda enemiga” en la prisión La Pendiente, en Villa Clara, se lo llevó a ver a Rivero por su negativa de usar los uniformes de la prisión – un tipo de protesta usada por presos políticos.
“Mira negro contrarrevolucionario, aquí no vamos a permitir eso”, manifestó Antúnez, quien es negro, que le dijo a Rivero. “Las veces que te lo quites (el uniforme), te lo vuelvo a poner a palos”.
Rivero dijo a los guardias “Llévenlo para la celda y si se quita la ropa, le parten la cabeza”, agregó el disidente en una entrevista telefónica con El Nuevo Herald. Antúnez agregó que él trató de quitarse las ropas y recibió una paliza tal que recuerda la fecha exacta.
Rivero le negó posteriormente el tratamiento para un molar con un absceso, agregó el disidente, y en 1992 estuvo presente cuando los guardias lo llevaron a una cama de hospital y le insertaron de manera violenta un tubo de alimentación en su nariz durante una de sus muchas huelgas de hambre en la prisión.
“Una doctora se fajó con ellos, al decir que ella no había estudiado para torturar”, dijo Antúnez, pero Rivero le replicó que el preso era un “contrarrevolucionario”. La doctora no se vio más en la prisión, agregó.
Las alegaciones de Antúnez y Conde, y acusaciones previas similares contra Rivero por otros tres disidentes, no se pudieron confirmar de forma independiente. Rivero no devolvió una llamada que hizo el miércoles El Nuevo Herald a su teléfono, y su hija dijo que no hablaría con el diario porque sus comentarios previos a otros periodistas fueron “distorsionados”.
Rivero le dijo la semana pasada a periodistas de la televisión de Miami y otros medios que las acusaciones en su contra eran mentiras, pero confirmó que había sido coronel en el Ministerio del Interior, jefe provincial de prisiones y miembro del Partido Comunista. Su esposa confirmó que ella había sido capitán del Ministerio del Interior y miembro del partido.
Rivero reclamó que fueron otros los que llenaron sus solicitudes para las visas y la residencia en EEUU. El mentir en los formularios, que preguntan si los solicitantes han servido en las fuerzas armadas, la policía o en prisiones, puede llevar a procedimientos de deportación, aunque los cubanos son raramente deportados.
Rivero también insistió a los periodistas que el gobierno cubano no permite ningún abuso en las prisiones, que el cuidado médico de los internos está garantizado y que a los presos en huelgas de hambre se les trata de manera humanitaria.
Un informe del gobierno cubano a una agencia de la ONU en Mayo dijo que las autoridades hacen cumplir las leyes del país contra la tortura con un “celo riguroso” y que sus regulaciones penales están “entre las más avanzadas” en el mundo.
Los agentes de las prisiones “están formados en el respeto a la integridad física y moral de todas las personas”, agregó el informe, y los fiscales “aseguran la protección y la promoción de los derechos de todos los internos”. Colocó el número total de presos en 57,337.
Pero el informe de derechos humanos del Departamento de Estado de EEUU sobre Cuba para el 2010 describió las condiciones de las prisiones en la isla como “duras y una amenaza para la vida”. La comida es a menudo escasa, está echada a perder o infectada con sabandijas, agregó.
“Los reportes de golpizas a los presos son algo común e incluyen palizas por parte de los agentes de la prisión así como entre presos”, destacó. Las celdas de las prisiones están atestadas y “carecen del agua, la salubridad, el espacio, la luz, la ventilación y el control de temperatura adecuados”.
El informe no mencionó específicamente al sistema de prisiones en Villa Clara, pero el activista de los derechos humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz dijo que era uno de los mayores y más duros de la isla, con cuatro prisiones de máxima seguridad, 12 a 15 campos de trabajo forzado y de 6,000 a 10,000 presos.
“La alimentación está por debajo del nivel de supervivencia, la asistencia médica es completamente insuficiente y el trato es pésimo”, declaró telefónicamente Sánchez Santa Cruz desde La Habana. “Las golpizas son constantes, son sistemáticas. Cada día hay golpeaduras”.
Agregó que no tenía información específica sobre Rivero, pero que la burocracia del Ministerio del Interior a cargo de las prisiones “es un mundo especial, un reino de la arbitrariedad” en que los principales agentes pueden abusar de cualquier interno en cualquier forma, u ordenar a subordinados que lo hagan.
“No es difícil adivinar que todos esos oficiales y otros militares están directa o indirectamente relacionados con los abusos en ese gran sistema”, agregó Sánchez Santa Cruz, “ya sea por comisión u omisión”.
http://www.elnuevoherald.com/2012/11/12/1342130_p2/mas-acusaciones-contra-ex-jefe.html
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Crescencio Marino Rivero usted fue cómplice en el asesinato de mi tío en Cuba
“Hasta febrero de 1996 fui jefe (director) del Dpto. Jurídico del MININT que tenía como función supervisar y controlar el actuar jurídico de los jefes y funcionarios del sistema penitenciario de la provincia de Villa Clara, nunca fui jefe de prisión alguna”. (Carta del Excoronel Crescencio Marino al Nuevo Herald)
Crescencio Marino, en sus declaraciones desde Miami usted dice que no fue jefe de ninguna prisión, sino que hasta febrero de 1996 tenía la función de supervisar y controlar a los funcionarios del sistema penitenciario en Villa Clara. En otras palabras, usted era también responsable de las atrocidades que se perpetraran en cualquier prisión de esa provincia. Esto lo hace a usted cómplice del encubrimiento del crimen cometido contra mi tío, Osvaldo Medina Dulzaide, el 1º de agosto de 1994 en el Centro de Instrucción Penal Provincial de Villa Clara.
Mi tío era un ingeniero industrial que no había cumplido los treinta y tres años de edad. El tenía dos hijas pequeñas: Lisandra Medina de seis años y Gladys Beatriz Medina de cinco años. Un hombre como él, que amaba sus hijas, no las abandonaría suicidándose después de quince días de detención, como ustedes alegaron. El día de la visita mi sobrina Gladyz Beatriz vio sacar el cuerpo de su padre.
Si usted cumplía sus obligaciones tenía que haber estado completamente al tanto de lo que sucedió y de cómo se encubrió ese crimen. Cuando yo vi el cuerpo de mi tío a las once de la mañana de ese día, tenía hematomas en el tórax, en la rotula de la pierna izquierda y en el ojo derecho. Mi tío había sido salvajemente golpeado. Ustedes afirmaron que mi tío había fallecido a las siete a.m. pero a las once de la mañana ya demostraba la rigidez típica de por lo menos ocho horas de haber perdido la vida. Por dieciocho años han mentido sobre la hora, el lugar y la razón de su muerte.
En todo este tiempo nosotros exigimos infructuosamente que se investigara su muerte. Ustedes siempre negaron que él hubiera muerto en el Centro de Instrucción Penal de Villa Clara. La respuesta de la Seguridad del Estado siempre fue: Causa de defunción: Asfixia mecánica (Ahorcamiento). Hora de fallecimiento: 7:00 am. Lugar del Fallecimiento: Cuerpo de Guardia del Hospital Militar Comandante Manuel Fajardo de Santa Clara.
La verdad quedó al descubierto con la reciente solicitud de un acta de defunción en la que Ileana Yolanda Dumont González, Registradora del Registro del Estado Civil de Santa Clara, provincia de Villa Clara, certifica: Lugar del Fallecimiento: Unidad de Procesamiento Penal Villa Clara. Hora de Fallecimiento: 5:40 am. Tomo: 279 Folio: 263. Ni él murió en el Cuerpo de Guardia del Hospital Militar de Santa Clara como ustedes afirmaron, ni murió a las siete de la mañana como demostraba la rigidez del cadáver y ahora el acta.
Mi tío fue asesinado en la Unidad de Procesamiento Penal Villa Clara. Su jefe era el Mayor Carrazana, militar que estaba bajo su supervisión. Ese crimen se consumó bajo su jurisdicción y supervisión dos años antes de que usted renunciara como dice que hizo en 1996. Esto lo hace a usted un cómplice. El asesinato de mi tío trajo el luto a mi familia y dejó huérfana a dos niñas. Mientras viva no descansaré en denunciar a quienes lo mataron y a quienes encubrieron el crimen.
Usted dice que nunca le preguntaron su afiliación política durante su proceso migratorio a los Estados Unidos porque otros llenaron sus formularios. Usted parece ser un experto lavándose las manos. Escondió que era un alto oficial del aparato represivo castrista y un miembro del Partido Comunista y viajó cuatro veces a los Estados Unidos, en la cuarta se quedó y se hizo residente.
No vamos a construir La Nueva República con violencia, odios ni venganzas, pero tampoco callando los crímenes de este régimen. Sabemos que hay miles de oficiales del Minit y el Ejército que quieren un cambio en Cuba, pero la redención no se logra huyendo y mintiendo. Hay que denunciar a la dictadura que sirvieron y hay que ayudar al pueblo a salir de ella. El que no dice la verdad o calla le sigue sirviendo.
Mi tío fue asesinado en la Unidad de Procesamiento Penal Villa Clara. Su jefe era el Mayor Carrazana, militar que estaba bajo su supervisión. Ese crimen se consumó bajo su jurisdicción y supervisión dos años antes de que usted renunciara como dice que hizo en 1996. Esto lo hace a usted un cómplice. El asesinato de mi tío trajo el luto a mi familia y dejó huérfana a dos niñas. Mientras viva no descansaré en denunciar a quienes lo mataron y a quienes encubrieron el crimen.
Usted dice que nunca le preguntaron su afiliación política durante su proceso migratorio a los Estados Unidos porque otros llenaron sus formularios. Usted parece ser un experto lavándose las manos. Escondió que era un alto oficial del aparato represivo castrista y un miembro del Partido Comunista y viajó cuatro veces a los Estados Unidos, en la cuarta se quedó y se hizo residente.
No vamos a construir La Nueva República con violencia, odios ni venganzas, pero tampoco callando los crímenes de este régimen. Sabemos que hay miles de oficiales del Minit y el Ejército que quieren un cambio en Cuba, pero la redención no se logra huyendo y mintiendo. Hay que denunciar a la dictadura que sirvieron y hay que ayudar al pueblo a salir de ella. El que no dice la verdad o calla le sigue sirviendo.
Reverendo Santiago Medina Silabarría, miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Cuba Independiente y Democrática (CID).
Artículo publicado en La Nueva República, el semanario del CID en Cuba


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El caso de Crescencio Marino Rivero, exjefe del Departamento de Prisiones de la provincia de Villa Clara, en el centro de Cuba, y desde hace dos años residente en Miami, ha vuelto a poner en evidencia a la oficina de inmigración estadounidense. Acusado por disidentes de múltiples violaciones de los derechos humanos, los abogados de inmigración Santiago Alpízar y Wilfredo Allen trabajan para esclarecer la presencia en el país del exmiembro del Ministerio del Interior castrista, cuando, alegan, a verdaderos perseguidos políticos se les niega la entrada a Estados Unidos.
En todo caso Rivero, quien ha admitido no haber revelado a las autoridades de Estados Unidos su condición de ex alto militar al servicio del gobierno cubano, debería enfrentar la justicia. Opositores como Guillermo Fariñas y los ex presos políticos Rafael Pérez y Benito Ortega lo han acusado de “negar tratamiento médico a un recluso de conciencia, proferir amenazas de muerte y ordenar golpizas, incluso contra una mujer embarazada, entre otros actos”. Una opción que no debería ser descartada es llevar a Rivero ante el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya. Ello establecería un precedente que haría pensar dos veces a los represores en Cuba al momento de abusar de ciudadanos indefensos.
Crescencio Marino Rivero, un caso para La Haya
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Crescencio Marino Rivero |
El caso de Crescencio Marino Rivero, exjefe del Departamento de Prisiones de la provincia de Villa Clara, en el centro de Cuba, y desde hace dos años residente en Miami, ha vuelto a poner en evidencia a la oficina de inmigración estadounidense. Acusado por disidentes de múltiples violaciones de los derechos humanos, los abogados de inmigración Santiago Alpízar y Wilfredo Allen trabajan para esclarecer la presencia en el país del exmiembro del Ministerio del Interior castrista, cuando, alegan, a verdaderos perseguidos políticos se les niega la entrada a Estados Unidos.
En todo caso Rivero, quien ha admitido no haber revelado a las autoridades de Estados Unidos su condición de ex alto militar al servicio del gobierno cubano, debería enfrentar la justicia. Opositores como Guillermo Fariñas y los ex presos políticos Rafael Pérez y Benito Ortega lo han acusado de “negar tratamiento médico a un recluso de conciencia, proferir amenazas de muerte y ordenar golpizas, incluso contra una mujer embarazada, entre otros actos”. Una opción que no debería ser descartada es llevar a Rivero ante el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya. Ello establecería un precedente que haría pensar dos veces a los represores en Cuba al momento de abusar de ciudadanos indefensos.
http://www.solucioncuba.com/2012/11/crescencio-marino-rivero-un-caso-para.html
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Cuando los gobiernos no hacen prevalecer la justicia los pueblos se ven obligados a tomarse la justicia por su mano.
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Update 30/11/12
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Cuando los gobiernos no hacen prevalecer la justicia los pueblos se ven obligados a tomarse la justicia por su mano.
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Update 30/11/12
Ex represor cubano residente en Miami vuelve a la isla

Crescencio Marino Rivero, ex jefe de prisiones en la provincia de Villa Clara, en Cuba, entrevistado por el canal 41. Cortesía América Tevé
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JUAN TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Crescencio Marino Rivero, el ex jefe de prisiones cubano que estaba viviendo en Miami, ha regresado a la isla entre acusaciones de maltrato a los presos y una investigación de las autoridades estadounidenses de inmigración, informó el viernes un periodista disidente.
Jorge Luis Artiles Montiel dijo que vio a Rivero el martes haciendo compras en una bodega en la ciudad de Santa Clara, donde Rivero y su esposa, Juana Ferrer, vivían anteriormente. Otro residente de la ciudad también reportó haberlo visto el jueves en Santa Clara, indicó Artiles.
Rivero les dijo a algunos conocidos en la bodega que la pareja había regresado a Cuba "porque estaba muy difícil la situación en Miami", aseguró Artiles en declaraciones a El Nuevo Herald. Rivero agregó que planeaban pasar un tiempo en la isla y volver después a Miami.
La hija de Rivero, Anabel Rivero, le dijo a El Nuevo Herald el viernes que sus padres no habían regresado a Cuba, pero se negó a hacer más comentarios.
Una media docena de ex presos políticos en la isla y en el exilio han acusado a Rivero, de 71 años, de abusar de ellos o de ordenar a los guardias de la prisión que los maltrataran cuando estuvo a cargo de las cárceles en la provincia central de Villa Clara en los años 90.
Las autoridades estadounidenses de inmigración están investigando si Rivero y Ferrer mintieron sobre sus antecedentes cuando solicitaron sus visas para viajar a Estados Unidos y posteriormente su residencia en el país bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Rivero negó haber abusado de los presos pero pareció admitir en una entrevista realizada en Miami este mes que la pareja no había dado a conocer todo su historial en las formas de solicitud de visa y residencia.
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Crescencio Marino Rivero Toledo
Tf: 42203567
Nota: Avenida 9 de Abril = San Miguel
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